Flaska

On its birth and development, about coincidences which were not, and more...

Los productos programados de la Familia Flaska pueden parecer un tanto inusuales a primera vista, por lo que espero os interese conocer más sobre el inicio de este gran proyecto.

Si no os lo dijera, no lo hubierais esperado, pero mi primer trabajo fue ser Policía. Estuve 10 años ejerciendo ese oficio, pero llegó un momento en que empecé a sentir que ya satisfacía mi espíritu innovador y mi deseo de contribuir más a la sociedad, de hacer algo que me hiciera diferente. Fue entonces, a principios de 1990, cuando empecé a dedicar cada vez más y más tiempo a la granja familiar de mi mujer.

Como no estaba interesado en hacer agricultura de la forma tradicional, me embarqué en la búsqueda de nuevos desafíos que conectaran con mi inquietud innovadora. En 1993 comencé con el cultivo de fresas, al no tener experiencia y ser una persona de mente abierta, fue fácil para mi buscar e implementar todo tipo de técnicas de cultivo que podrían clasificarse como “poco convencionales”. Así fue como en el año 2003 descubrí que existía una tecnología que mejoraba la estructura del agua, y decidí hacer un experimento para probarla, sin grandes expectativas, pero con muchísima curiosidad. 

Conforme iba probando diferentes métodos, fueron siempre las fresas las que iban confirmando qué funcionaba y qué no tenía un efecto tan significativo. Si lo pienso hoy tiene lógica porque si las fresas son un 89% de agua, entonces, si mejoramos la estructura del agua, se debería mejorar el rendimiento y calidad de la cosecha, pero por aquel entonces, a pesar de estar constantemente innovando con diferentes técnicas de cultivo, ni se me pasó por la cabeza que existiera esa relación.

Así es como hice el primer experimento: dividí el campo en dos y regué una parte con agua estructurada y la otra con la misma agua de riego, pero sin estructurar. Al principio, las diferencias no eran significativas, pero a la hora de recoger la cosecha pudimos comprobar el importante papel que había jugado el agua estructurada. Las fresas que habían sido regadas con agua estructurada presentaban mayor consistencia y se mantenían frescas durante más días. Las plantas de esta mitad del campo produjeron hasta un 18% más y al final de la temporada se veían mucho más vigorosas habiendo sido también más resistentes a las enfermedades.

Durante los años siguientes continué realizando numerosas pruebas con el agua estructurada y puedo decir que pasé de ser un escéptico a un entusiasta y defensor de esta tecnología, la cual ya se conocía desde hace casi 90 años, gracias a los descubrimientos publicados por Viktor Schauberger, el pionero y “padre” del agua estructurada.

En 2009, para sorpresa de la mayoría, decidí dejar el cultivo de las fresas. Tenía un producto de excelente calidad, la cosecha se vendía íntegramente desde la granja en su totalidad, los clientes volvían felices cada año, sin embargo, la vida me decía que necesitaba encontrar nuevos desafíos.Empecé por ofrecer esta tecnología de la estructuración del agua a la comunidad agrícola. Pero desafortunadamente, a pesar de los excelentes resultados de las pruebas (en frutas, verduras, producción de leche, producción de aves de corral, etc.), el mercado aún no estaba listo para aceptar una tecnología aparentemente "invisible" (aunque sus resultados eran claramente visibles).Fue un año y medio complicado, pero al fin me llegó la idea: implementar la tecnología de estructurar el agua en una botella para el uso diario. Se realizó una tirada de prueba en noviembre de 2009 y tras la excelente acogida que tuvo, iniciamos con la producción regular.

Así es como nació ¡Flaska! La botella se introdujo en el mercado Esloveno el 10 de marzo de 2010

Las cosas comenzaron a avanzar a toda velocidad. El equipo de Flaska creció y pronto lanzamos nuevos modelos y tamaños de botellas, nos expandimos a nuevos mercados a nivel mundial… Pero, aunque parezca que todo fue como en un cuento de hadas, realmente tuvimos que enfrentar también tiempos difíciles, especialmente entre los años 2012 a 2014. Fue un periodo complicado que superamos gracias al trabajo en equipo y mucha energía positiva de todos nuestros empleados y socios.Durante los años siguientes, desarrollamos más productos programados además de la botella, como la Jarra Vodan, la Doggy Flaska y el vaso Sirius.Trabajamos constantemente para mejorar el procedimiento de programación TPS para la estructuración del agua, y es por ello que hoy garantizamos el funcionamiento de por vida de nuestros productos. Nuestra filosofía a la hora de estructurar el agua difiere del enfoque de otros productos o empresas del sector, nuestro trabajo tiene como finalidad el ayudar al agua a recuperar su estructura original.Todos los seres vivos estamos conectados vibracionalmente con la energía del lugar y el agua donde vivimos, y por tanto consideramos que el agua es además fuente de salud. Los productos Flaska, contribuyen a mejorar nuestra calidad de vida a través del agua.Desde Flaska defendemos la idea de que todos los habitantes de nuestro planeta tienen derecho a beber agua de la mejor calidad posible. Agradecemos a todos los usuarios de Flaska, el que juntos, al usarla, estemos contribuyendo a aumentar la conciencia colectiva sobre la importancia de beber agua de la más alta calidad y al mismo tiempo reducir el uso del plástico. Los productos Flaska son la prueba de que con cada sorbo de agua consciente tenemos el poder de cambiar el mundo, gota a gota.

Con amor y gratitud,MaksVrečko, fundador de Flaska